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Faces de John Cassavetes (1968) es su 4ta pelicula, y la 2da fuera del titan hollywoodence.
Narra la disolución de un matrimonio moderno aparentemente feliz.
La escena elegida muestra a Dick, el esposo, junto a su amigo Freddy, terminando una noche de parranda en la casa de Jeannie, una aparente call girl/chica trabajadora.
Mientras bailan y se divierten, Dick y Jeannie comienzan a bailar, dejando cada vez mas de lado a Freddy que, ofendido, le recuerda a Dick que ella es una prostituta.
Objetivo dramático
Lo crucial de esta escena es que Dick encuentra en él, una veta que lo impulsa a dejarse sentir algo tan grande por Jeannie, que es capaz de correr a dejar a su esposa para poder estar con ella.
Freddy puede ver como Dick y Jeannie comienzan a abstraerse y a fundirse en un baile que desean eterno. Hay una suerte de magia en sus miradas, hay un deseo puramente contemplativo que confunde a estas dos personas con niñxs que se enamoran por primera vez.
Cuando Freddy les recuerda la supuesta falsedad que hay detrás de este instante mágico, ambxs se sienten desvastadxs, y a sabiendas de que no pueden estar juntxs, la escena global termina con Jeannie besando a Dick, infundiéndole valor para dejar a su esposa, revelándole su propio deseo.
Puesta en escena
La puesta en escena, que también es motivo de elección de esta escena, contiene un tiempo dinámico, interrumpido y dilatado, donde Cassavetes ha dejado a sus actores discurrir por la psicología de sus personajes. Bien era sabido de su fascinación por la improvisación, y su flexibilidad para filmar. Así como también su manía por generar a la precisión la intensidad dramática que buscaba.
Todo esto se puede apreciar en Faces, y en esta escena.
Hay montajes incómodos, que rompen las supuestas reglas de ejes y raccords. Hay planos sinuosos y extraños. Hay primeros planos deschavantes: deschavar, de revelar al extremo una verdad incomoda. Estas elecciones nos sumergen a ese universo retratado, nos conceden de primera mano los sentimientos ocultos de los personajes. Nos convidan sus extrañezas, sus miedos, sus momentos embarazosos.
No deja de resonarme un cuadro que Dick tiene en su cocina, que a simple vista confundo con un hombre sobre un gran tablero de ajedrez. No he podido dejar de asociarlo a ese piso de damero que Jeannie tiene en su casa y sobre el que baila con Dick por primera vez.
Una especie de alusión al juego. A la estrategia. O simplemente a esa instancia ludica que era para Freud la posibilidad de oscilar entre dos extremos, tal como hacen estos personajes, de deambular del odio hacia el amor tan fácilmente.
Es que dicen por ahí, la psicología del humanx es compleja, cómo no retratarla con una dirección igualmente compleja.
escena elegida minuto 15:59 a minuto 19:02

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