sábado, 16 de abril de 2016

Poética Truffaut

La primera vez que vi una película de Truffaut, habrá sido hace 6 años, en una trasnoche de filmoteca. Era Los 400 golpes. Blanco y negro y un niño de 10 años. No me pude resistir.
Hay un plano famosisimo de Antoine (nombre del personaje en el film) que me calo en lo mas hondo de mi ser y no he podido dejar de contenerlo en mi memoria.



Hay en esa pose una mueca de cansancio, y hay en esa mirada un suerte de sapiencia y sabiduría de persona mayor. Las rejas aprisionándolo, como símbolo de un marco social estrecho y cuadrado. Antoine se convirtió así en mi icono de libertad, de rebelión, y en ese ultimo plano de él corriendo libre, en una analogía perfecta del espasmo de placer.

Francois Truffaut nació en París, Francia el 06 de Febrero de 1932. Tuvo muchos trabajos, pero su primer contacto con el cine profesionalmente fue cuando fundo un cine club en 1947 y gracias al cual al poco tiempo conocería a Andre Bazin. Escribió cientos de artículos para la revista Cahiers du cinema, y en el año 1954 dirige su primer cortometraje.
En 1958 ya habiendo sido asistente de Roberto Rossellini, estrena su primer largometraje Los 400 golpes(citada), película que junto a Hiroshima mon amour(Resnais) y El bello Sergio(Chabrol) inauguran la Nouvelle Vague, movimiento vanguardista cinematográfico que rompió con los limites y parámetros establecido hasta ese momento por el cine comercial, anclados en las mega producciones hollywoodences y el star system.

Truffaut nunca conoció a su padre, y algunos problemas financieros y de conducta hicieron que tuviera ciertos "encontronazos" con los marcos legales de su época.
Este pasado de "marginalidad" latente, se imprime en cada una de sus películas.
En sus films la evocación del tiempo es magnánima. Cada detalle nimio se hace colosal. Hay una suspensión del tiempo infinita, y se concentra la atención y la energía en las miradas, los gestos y las sonrisas.
Su puesta en escena, denota una plasticidad y amor por los materiales, los colores las texturas, y sus planos siempre amplios parecieran estar dispuestos al servicio y plenitud de los movimientos de los personajes.
Las historias, pequeñas y mínimas, se ensalzan por sobretodo y aquellos valores casi olvidados del amor, la amistad e incluso las travesuras y la inocencia son retratados con solemnidad y ternura.
Siempre esta presente ese veta de irreverencia que evidencia el anhelo por romper, por cambiar, por liberarse de una moral impuesta, en una sociedad cerrada e inflexible, que ya estaba quedando obsoleta para algunas mentes sensibles.
Sus historias y géneros se transformaron de acuerdo al relato que quería contar y así es como no se encasillo y siempre busco innovar dentro su propia estética. Así se convirtió en uno de los mayores referentes del cine de vanguardia en el mundo, reconocido por grandes, y estudiado en centros de formación cinematográficos. 

"Sin desviarme de la norma, el progreso resulta imposible." Frank Zappa


Jules et Jim, 1962


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